Asturias Republicana – ENTRE REPUBLICAS


El periódico “El Noroeste”, que se
titulaba como “diario democrático independiente”,
fue fundado en 1897 en Gijón por tres destacados
miembros del movimiento republicano.
Contaba con una
de las mejores imprentas de la región, por lo que
el periódico en seguida destacó tanto por
la calidad de la impresión como de la información.
“El Noroeste” pasó a ser, andando
los años, el periódico de Melquiades Alvarez
y del reformismo en Asturias, hasta su desaparición
en 1936.

Por
puro azar, se revisaron todos los números de ese
periódico correspondientes al mes de Octubre de
1919.
De ahí proceden los recortes de prensa,
seleccionados no tanto por su importancia, sino por su
posible interés para una mejor comprensión
de aquella época. Un año en el que Europa
acababa de salir de la “Primera Guerra Mundial”,
la Revolución rusa se batía en guerra civil
contra la reacción internacional y España
se agitaba en una profunda crisis social y económica,
antesala del desastre marroquí y de la dictadura
de Primo de Rivera.

Han
pasado ochenta y cuatro años y en la historia de
las luchas del proletariado español por la reducción
de la jornada, por la mejora de los salarios, por la seguridad
y la higiene en el puesto de trabajo, por la vivienda
y la enseñanza, y tantas otras cosas, se pueden
ver los logros y los avances, pero también los
retrocesos. Por ejemplo, ¿en cuántos sectores
de nuestra economía se trabajan en la actualidad
cincuenta o más horas semanales?

La
jornada laboral de siete horas



“El proletariado asturiano sale de esta ejemplar
lucha fortalecido en su personalidad y robustecido en
su crédito. Se ha conducido demostrando una visión
de la realidad, una sensatez y una disciplina admirables.
El Sindicato Minero Asturiano (SOMA-UGT) tiene en su magnifica
actuación social jornadas brillantes. La que acaba
de añadir a su ejecutoria supera en trascendencia
e importancia a las anteriores. (…) El minero de hoy,
comparado al de aquellos días en que el Sindicato
se constituye, es un minero redimido. La nueva jornada
de trabajo le coloca en relación de igualdad con
el minero inglés, que es el minero que marcha,
en capacitación y bienestar social, a la cabeza
de los del mundo.”



“La huelga minera ha transcurrido en el mayor orden.
Cesaron en sus ocupaciones cerca de treinta mil obreros.
La vida en toda la cuenca minera entró en una pasividad
absoluta. Sin embargo, no se registró un solo hecho
que interrumpiese la tranquilidad habitual ni que pusiese
inquietud alguna en los espíritus. Son esos los
trabajadores asturianos. Son los que en Agosto de 1917
fueron perseguidos como alimañas por una plutocracia
desbordada en sus pasiones y egoísmos, y que dio
ocasión a que el insigne demócrata don Melquiades
Alvarez dijese que el patriotismo sincero, abnegado y
consciente se había refugiado en los trabajadores.”


El clericalismo imperante: un entierro



“Anteayer falleció en El Llano la señora
doña Mercedes García Alvarez. Sus deudos
dispusieron enterrarla civilmente, cumpliendo así
la última voluntad de la finada, que se distinguió
en vida por su independencia de toda doctrina confesional.

El
señor cura párroco de Roces quiso oponerse
al acto civil, aduciendo derechos de carácter espiritual
completamente abolidos en las leyes y en el tiempo. Lo
más censurable de todo esto han sido las molestias
que dicho cura produjo a los familiares de la extinta
señora Alvarez, demandándolos ante el Juzgado
y amenazándolos con la exhumación del cadáver.
Claro está que el digno señor juez correspondiente
procedió con la rectitud debida, no permitiendo
el atentado que proyectaba el señor cura de Roces
contra la libertad de conciencia.

Nosotros,
que tenemos por norma el mayor respeto a los sentimientos
religiosos de cada uno, protestamos enérgicamente
de este nuevo caso de intolerancia, y esperamos que no
vuelva a suceder.

El
señor cura de Roces no debe olvidar, por lo menos,
que vive en pleno siglo XX.”


El clericalismo imperante: dos bodas



Casamiento Civil. Lo efectuó el sábado
último nuestro querido amigo y consecuente socialista
Maximino Cuesta con la joven Dolores Argüelles, ambos
vecinos de la Hueria de Carrocera.

Aunque
parezca mentira, tuvieron los consortes que vencer grandes
dificultades para lograr ser unidos con arreglo a los
dictados de sus conciencias.

Después
del acto, se celebró una velada en el Centro Obrero
en honor de los contrayentes. Reciban nuestra felicitación.



La crónica continuaba así: “Según
hemos podido enterarnos, este matrimonio se efectuó
civilmente a causa de las intemperancias e intransigencias
del cura de Caldones.

El
novio, a pesar de sus ideas radicales, transigía
con que el matrimonio fuese canónico, y en lugar
de aprovechar esta transigencia, el párroco
se envalentonó, pretendiendo, sin duda, determinadas
humillaciones para celebrar el enlace ante el altar.

Y esto no sólo exasperó al novio, sino también
a las familias de los cónyuges y a casi todo el
vecindario de Caldones, que hoy aplaude sin reservas el
matrimonio civil efectuado ayer.

Malo,
muy malo para la causa clerical es lo ocurrido ayer ante
el Juzgado de Oriente. Fue el primer matrimonio civil
entre labradores y pudiera resultar que fuera también
el principio de un desfile por el despacho de los jueces
municipales.

Hay
pastores que espantan las ovejas en vez de atraerlas con
el cariño y el amor que predicó el Justo.”

El
incipiente movimiento feminista



“Continuando el curso de conferencias iniciado por
la Agrupación Femenina Anticlerical del Natahoyo
(barrio de Gijón), tendrá lugar hoy, a las
nueve de la noche, en el local del Comité Republicano,
una importante (conferencia) que correrá a cargo
del joven abogado don Mariano Merediz.

El
tema es: “Un paseo a través de la Historia”
La entrada será pública.”


El incipiente movimiento feminista: “La mujer
en el presente y el porvenir”


El doctor Loredo Aparicio, “empezó analizando
el problema del feminismo en Europa, tal como se halla
planteado después de la guerra, extendiéndose
más ampliamente en el yanqui,
por más
práctico y en armonía con el carácter
de la mujer española, aun dominada por la educación
conventual y una serie de prejuicios ridículos,
si no fueran nocivos.

El
problema sexual, así como las influencias que la
mujer ejerce en los diversos ambientes (hogar, escuela,
cuartel, municipio), fueron tratados por el conferenciante
con bastante amplitud, encareciendo la necesidad de
que las mujeres en sus agrupaciones laboren, estudien
y trabajen para arrancar la igualdad de derechos y deberes
con respecto al marido y los hijos, dignificando el hogar
y la vida.

Finalmente,
y prescindiendo de otros interesantes puntos de vista
que la falta de espacio nos impide publicar, dio fin,
no sin fustigar duramente la mentirosa caridad oficial
burguesa, y poniendo ante los oyentes el símbolo
de Gijón, ciudad dominada por la colina del Coto
de San Nicolás, donde se asientan la Cárcel,
el Cuartel y el Convento.”


El incipiente movimiento feminista: el derecho al voto



Firmado con el seudónimo de Renana, se reproducen
algunos de los párrafos más destacados:
“(…) Para que la mujer pueda ejercer libremente
ese derecho, tiene antes que independizarse del confesionario.
Pues muy bien pudiera ocurrir que este sagrado lugar
donde las almas vierten sus errores, la absolución
fuera dada a cambio de una papeleta electoral.

Justificable
esta acción en el sacerdote, porque todos los medios
son buenos para defender las ideas de los prohombres reaccionarios.

Y
la mujer, amable y caritativa, ¿cómo iba
a negar este favor, al parecer insignificante, al confesor
que la absuelve y la perdona?

Sería
demasiado ingrata, y la ingratitud en las mujeres no suele
ser frecuente.

Esta
es la razón que aducen los partidos avanzados para
recibir con recelo esa ley, que dentro de su amplia libertad
ciudadana, oscilan sombras demasiado significativas.

La
mujer debe defender sus derechos civiles; pero antes que
nada, de su educación, de su vida emancipada dependerá
la libertad de pensar, haciéndose entonces acreedora
a ostentar su personalidad ciudadana.

Nosotras,
las mujeres que vemos la vida como una corriente ideológica
a la que nadie puede poner un dique que la paralice, defendemos
toda ley que tienda a favorecernos; pero estamos en el
deber de manifestar públicamente las consecuencias
que sobrevendrían cuando haya una mayoría
que habría de emplearla en contra de los fines
para que fue establecida.”

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